¿TU BUSCAS PARA TI GRANDEZA? NO LA BUSQUES EN LO DESEOS DEL MUNDO QUE PERECE, SINO EN TU SALVADOR YAHSHUA QUE DA VIDA
Este tema está hecho para todos ustedes que buscan al Creador de verdad, tal como se aprecia al leer éste hermoso Salmos de David, en donde notamos a grandes rasgos, la bendición de ser verdaderamente Dichoso, pero también, el cruel resultado del que anda en perversidad y ajeno a lo establecido por nuestro Creador YAHWEH. Por eso, queremos seguir viendo la verdadera felicidad, pero como lo enseñan las sagradas escrituras.
A) La Escritura enseña que la felicidad no depende de nuestras circunstancias. Esto contradice la mentalidad de muchas personas en este mundo.
La Escrituras enseña que la felicidad no depende de lo favorable o desfavorable de nuestras circunstancias.
Enseña que si la felicidad dependiera de esto, nuestra felicidad sería momentánea, y sería algo casi inexistente.
No depende de la pobreza, ni de la riquezas, no olvidemos éste punto.
La palabra también enseña que la felicidad no es algo que debemos buscar directamente, sino más bien, indirectamente. Según la palabra de YAHWEH, la felicidad es el resultado o el fruto de algo más.
La felicidad viene como consecuencia de las promesas de nuestro Padre celestial.
C) La Escrituras también enseña que la felicidad dependen directamente de dos cosas:
Primero: de nuestra relación con Nuestro Salvador, de nuestra relación con Él, y esto ocurre sólo si hemos nacido de nuevo.
Segundo: es lo que YAHWEH está haciendo en nosotros o sea lo que somos, nuestro carácter y conducta vertidos a Él. Esto se halla en todas las bienaventuranzas y esto depende de lo primero.
D) También la Escrituras enseña que la felicidad es interna.
No depende de algo externo, de algo que se encuentra afuera. No de algo bueno que hay en nosotros, sino de un cambio que YAHWEH ha hecho en nuestro interior primero.
Él dice, que la felicidad surge de un cambio interno como lo vemos en este Salmos, donde la persona verdaderamente feliz, es aquella que evita el compañerismo de los malos, que no hace caso de los pecadores, y del mundo.
La persona verdaderamente feliz, es la que no sigue los consejos de los pecadores.
No está en camino de pecadores.
No se ha sentado en silla de escarnecedores.
No está de acuerdo en ningún aspecto con los inconversos.
Su norma de vida no es la filosofía mundana.
Su camino es totalmente contrario, porque sabe que no hay comunión la Luz con las tinieblas.
La persona verdaderamente feliz, es aquella que hace caso de la Verdad de YAHWEH.
Esta persona tiene su delicia en la PALABRA de YAHWEH, aunque nos deleitamos en algo, tenemos nuestra delicia puesta en Su Palabra.
El salmista dice, que si nuestra delicia no está puesta en la PALABRA de YAHWEH, entonces debe estar puesta en algo más:
En el pecado,
la vanagloria,
el dinero,
la apariencia, y en todo eso temporal.
Pero si nuestra delicia no está en nuestro Hacedor, estamos fuera del Camino de la felicidad.
Notemos esa verdad que dice en:
Salmos 37:3-4
Confía en YAHWEH y haz el bien; habita en La Tierra, y serás alimentado con la riqueza de ella. Entonces te deleitarás en YAHWEH, y Él te otorgará los deseos de tu corazón.
Estacita no habla de alguien que pide como un niño, sólo para gastar en sus deleites, ya que sus peticiones serán acordes con la relación que tenga con YAHWEH.
Esta persona, madura en la fe, medita en la palabra del Todopoderoso, y David nos llama a deleitarnos en el Salvador y a entregarle todo lo que tenemos y hacemos, para así obtener la verdadera dicha.
Pero, ¿Cómo hacemos esto?
Deléitate significa, experimentar gran placer y gozarse en la Presencia de alguien. Esto sucede únicamente cuando conocemos muy bien a esa persona.
Por lo tanto, para deleitarnos en el Salvador, debemos conocerle mucho mejor de lo que nos mienten las religiones y el mundo apostata.
Por ejemplo, el conocimiento de saber del Gran Amor de Yahshúa, de lo que hizo por nosotros tan sólo para darnos vida, nos debería dar un deleite inigualable. Por eso la persona verdaderamente feliz, es aquella que tiene una estrecha relación con su Salvador, y ésta será prosperada en esta vida y será prosperada para siempre.
Hay algunos que creen que la palabra es garantía de prosperidad, pero no es así, pues nuestra mente está puesta en las cosas venideras.
Este pasaje nos dice que la persona verdaderamente feliz, es una persona que goza del argumento que se halla en
Romanos 8:28
28 Y sabemos que a los que aman a YAHWEH, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Es una persona que no puede ser derrotada, no puede ser un fracasado, porque es un más que vencedor en Yahshúa.
Su prosperidad no se centra tanto en lo que tiene o posee materialmente, sino en la dicha de ser alguien que produce fruto para EL HONOR DE SU CREADOR, y por el cambio que el mismo Padre ha hecho en él.
La persona verdaderamente feliz, es aquella que sabe que no perecerá jamás.
Recordemos que el Salmo termina diciendo, que la senda de los malos perecerá y todo lo contrario será para el hijo de YAHWEH, ya que el vivirá eternamente, porque la vida para el creyente no se limita a este mundo.
La verdadera dicha para él, es que después de esta vida física, hay un lugar de dicha, junto con el Salvador y los apartados por toda la eternidad.
¿Cuál es el error de los inconversos?
Es que busca la felicidad en el pecado.
El pecado no puede proporcionar felicidad, el pecado no puede dar lo que ofrece.
Hay cuatro pruebas para ello:
El pecado sólo provoca perversión.
Se comienza con un pecado sencillo, pero cada vez, el primer pecado no satisface, hay que buscar algo más perverso para satisfacerse, y se vuelve en algo que no acaba.
El pecado conduce al uso de estimulantes artificiales.
El mejor ejemplo de ello, es el alcohol.
El alcohólico no puede ser feliz, sin un estímulo artificial.
El que fuma también.
Y se puede seguir con una lista interminable.
El pecado siempre conduce a la adicción y a la esclavitud.
Lo que al inicio parecía producir felicidad, se convierte en un yugo muy pesado de llevar.
El pecado solo produce miseria.
Este es el verdadero resultado del pecado, del libertinaje, de la rebeldía contra el Creador, la miseria. Todo pecado lleva a esto, a vivir sin rumbo, sin dirección, sin sentido y a vivir una vida de desdicha y dolor.
¿Cómo se describe a los inconversos en este Salmo?
Job 21:16-18
Los planes del perverso están lejos de mí. ¿Cuán frecuentemente es apagada la lámpara del perverso?
¿Cuán frecuentemente su calamidad cae sobre ellos?
¿Cuán frecuentemente YAHWEH reparte dolor en su ira, para hacerlos paja en el viento, como paja menuda llevada por la tempestad?
La paja se la lleva un viento muy liviano; el tamo se lo lleva un torbellino, y dice que la paja describe a las personas.
Mateo 3:10 -12
El hacha ya está lista para derribar de raíz a los árboles; por tanto, todo árbol que no dé buen fruto será cortado y echado en el fuego.
La paja es lo que queda después de limpiar el trigo.
Así como el árbol es la figura que describe al hijo de YAHWEH, la paja desde la perspectiva de YAHWEH describe al impío, al inconverso,
al pecador y al religioso
que se escondió en preceptos liberales de hombres corruptos.
Leamos la cita categórica,
“¡Ya está puesta el hacha a la raíz de los árboles, lista para golpear; todo árbol que no produzca buen fruto, será cortado y arrojado al fuego!... ¡Su horquilla está en su mano, y limpiará con esmero su era; recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja con fuego inextinguible!”
La paja no sirve para nada.
Las personas que buscan la felicidad en el pecado, lejos del Salvador, no sirven para nada, son comparados como paja, como tamo, ¿Por qué?
Porque la paja no tiene raíz.
Estas personas no tienen seguridad alguna, no tiene un fundamento alguno para el futuro. Estas personas no pueden ver más allá del día de hoy, con firmeza, con seguridad, con alegría, porque viven en la oscuridad del pecado.
Éstas personas no pueden enfrentar la muerte, la enfermedad, los problemas.
La paja carece de propósito.
La paja carece de fruto.
La paja no tiene vida, porque sin una relación correcta y estrecha con el Creador, nadie puede ser feliz.
YAHWEH castigará a las personas que buscan la felicidad fuera de ÉL, porque Él sabe que esas personas no pueden ser felices y el mismo Salvador dice que sin Él no hay felicidad.
Ahora, cuando las Escrituras prometen
y todo lo que hacen, prosperará", no significa que seamos inmunes al fracaso o a las dificultades.
Tampoco es una garantía de salud, riqueza y felicidad, como vilmente engañan los mercaderes de la fe.
Lo que la prosperidad significa en las Escrituras es esto: cuando la sabiduría de YAHWEH se aplica en nuestras vidas, el fruto (resultados o productos derivados) que produce en nosotros será bueno y recibirá la aprobación de nuestro Hacedor.
Así como un árbol absorbe el agua y produce muchos frutos, nosotros debemos absorber la Palabra de YAHWEH, para producir hechos y actitudes que lo honren. Para alcanzar logros que valgan la pena, debemos tener la Palabra Viva en nuestros corazones, en abundancia.
Los justos son como árboles fértiles y útiles:
los impíos son como tamo que el viento se lleva; es el polvo que el Dueño del suelo desea eliminar, porque no sirve para nada.
No son valiosos según YAHWEH, por muy alto que se valoren a sí mismos, pues la soberbia no tiene límites. Por ello son fácilmente llevados de aquí para allá por todo viento de tentación y de doctrina.
La cizaña puede estar entre el trigo por un tiempo, pero con la hoz aguda en Su Mano, viene Aquel que purgará cabalmente Su Hera.
Quienes, por su propio pecado y necedad son como cizaña, se encontrarán ante el torbellino y el fuego de la ira de YAHWEH.
El Camino del impío está fijado, pero cada vez que el pecador se sensibiliza en cuanto a su culpa y miseria, puede ser admitido por el Salvador, porque en el NO hay reproche. ÉL es el Camino Vivo, ÉL es la Compañía de los justos y poder llegar a ser nueva criatura en Yahshúa, es el reto para todo ser humano.
Entonces, una vez naciendo de nuevo, con el Espiritu de Santidad obrando en Fuego Fresco, éstas personas tiene nuevos deseos, nuevos placeres, nuevas esperanzas, nuevos temores, penas, compañías y ocupaciones.
Sus pensamientos, palabras y acciones son cambiados de honor en honor en, porque entran en un nuevo estado y tiene un carácter nuevo, por la Obra del Espiritu de Santidad.
He aquí, todas las cosas son hechas nuevas por la bondad de YAHWEH, que va cambiando su alma a la imagen de HIJO DE YAHWEH YAHSHUA EL MESIAS.
Ahora, ¡Cuán diferente es el carácter y el final del impío sin saber que la Verdadera Felicidad se hallaba en Yahshúa y no en el contentamiento pasajero que el Mundo da!
Pero aún hay tiempo para volver al Dador de la Vida, al que puede darte la verdadera dicha y felicidad, tan solo si te rindes de veras a Él.
La Escrituras enseña que la felicidad no depende de lo favorable o desfavorable de nuestras circunstancias.
Enseña que si la felicidad dependiera de esto, nuestra felicidad sería momentánea, y sería algo casi inexistente.
No depende de la pobreza, ni de la riquezas, no olvidemos éste punto.
La palabra también enseña que la felicidad no es algo que debemos buscar directamente, sino más bien, indirectamente. Según la palabra de YAHWEH, la felicidad es el resultado o el fruto de algo más.
La felicidad viene como consecuencia de las promesas de nuestro Padre celestial.
C) La Escrituras también enseña que la felicidad dependen directamente de dos cosas:
Primero: de nuestra relación con Nuestro Salvador, de nuestra relación con Él, y esto ocurre sólo si hemos nacido de nuevo.
Segundo: es lo que YAHWEH está haciendo en nosotros o sea lo que somos, nuestro carácter y conducta vertidos a Él. Esto se halla en todas las bienaventuranzas y esto depende de lo primero.
D) También la Escrituras enseña que la felicidad es interna.
No depende de algo externo, de algo que se encuentra afuera. No de algo bueno que hay en nosotros, sino de un cambio que YAHWEH ha hecho en nuestro interior primero.
Él dice, que la felicidad surge de un cambio interno como lo vemos en este Salmos, donde la persona verdaderamente feliz, es aquella que evita el compañerismo de los malos, que no hace caso de los pecadores, y del mundo.
La persona verdaderamente feliz, es la que no sigue los consejos de los pecadores.
No está en camino de pecadores.
No se ha sentado en silla de escarnecedores.
No está de acuerdo en ningún aspecto con los inconversos.
Su norma de vida no es la filosofía mundana.
Su camino es totalmente contrario, porque sabe que no hay comunión la Luz con las tinieblas.
La persona verdaderamente feliz, es aquella que hace caso de la Verdad de YAHWEH.
Esta persona tiene su delicia en la PALABRA de YAHWEH, aunque nos deleitamos en algo, tenemos nuestra delicia puesta en Su Palabra.
El salmista dice, que si nuestra delicia no está puesta en la PALABRA de YAHWEH, entonces debe estar puesta en algo más:
En el pecado,
la vanagloria,
el dinero,
la apariencia, y en todo eso temporal.
Pero si nuestra delicia no está en nuestro Hacedor, estamos fuera del Camino de la felicidad.
Notemos esa verdad que dice en:
Salmos 37:3-4
Confía en YAHWEH y haz el bien; habita en La Tierra, y serás alimentado con la riqueza de ella. Entonces te deleitarás en YAHWEH, y Él te otorgará los deseos de tu corazón.
Estacita no habla de alguien que pide como un niño, sólo para gastar en sus deleites, ya que sus peticiones serán acordes con la relación que tenga con YAHWEH.
Esta persona, madura en la fe, medita en la palabra del Todopoderoso, y David nos llama a deleitarnos en el Salvador y a entregarle todo lo que tenemos y hacemos, para así obtener la verdadera dicha.
Pero, ¿Cómo hacemos esto?
Deléitate significa, experimentar gran placer y gozarse en la Presencia de alguien. Esto sucede únicamente cuando conocemos muy bien a esa persona.
Por lo tanto, para deleitarnos en el Salvador, debemos conocerle mucho mejor de lo que nos mienten las religiones y el mundo apostata.
Por ejemplo, el conocimiento de saber del Gran Amor de Yahshúa, de lo que hizo por nosotros tan sólo para darnos vida, nos debería dar un deleite inigualable. Por eso la persona verdaderamente feliz, es aquella que tiene una estrecha relación con su Salvador, y ésta será prosperada en esta vida y será prosperada para siempre.
Hay algunos que creen que la palabra es garantía de prosperidad, pero no es así, pues nuestra mente está puesta en las cosas venideras.
Este pasaje nos dice que la persona verdaderamente feliz, es una persona que goza del argumento que se halla en
Romanos 8:28
28 Y sabemos que a los que aman a YAHWEH, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Es una persona que no puede ser derrotada, no puede ser un fracasado, porque es un más que vencedor en Yahshúa.
Su prosperidad no se centra tanto en lo que tiene o posee materialmente, sino en la dicha de ser alguien que produce fruto para EL HONOR DE SU CREADOR, y por el cambio que el mismo Padre ha hecho en él.
La persona verdaderamente feliz, es aquella que sabe que no perecerá jamás.
Recordemos que el Salmo termina diciendo, que la senda de los malos perecerá y todo lo contrario será para el hijo de YAHWEH, ya que el vivirá eternamente, porque la vida para el creyente no se limita a este mundo.
La verdadera dicha para él, es que después de esta vida física, hay un lugar de dicha, junto con el Salvador y los apartados por toda la eternidad.
¿Cuál es el error de los inconversos?
Es que busca la felicidad en el pecado.
El pecado no puede proporcionar felicidad, el pecado no puede dar lo que ofrece.
Hay cuatro pruebas para ello:
El pecado sólo provoca perversión.
Se comienza con un pecado sencillo, pero cada vez, el primer pecado no satisface, hay que buscar algo más perverso para satisfacerse, y se vuelve en algo que no acaba.
El pecado conduce al uso de estimulantes artificiales.
El mejor ejemplo de ello, es el alcohol.
El alcohólico no puede ser feliz, sin un estímulo artificial.
El que fuma también.
Y se puede seguir con una lista interminable.
El pecado siempre conduce a la adicción y a la esclavitud.
Lo que al inicio parecía producir felicidad, se convierte en un yugo muy pesado de llevar.
El pecado solo produce miseria.
Este es el verdadero resultado del pecado, del libertinaje, de la rebeldía contra el Creador, la miseria. Todo pecado lleva a esto, a vivir sin rumbo, sin dirección, sin sentido y a vivir una vida de desdicha y dolor.
¿Cómo se describe a los inconversos en este Salmo?
Job 21:16-18
Los planes del perverso están lejos de mí. ¿Cuán frecuentemente es apagada la lámpara del perverso?
¿Cuán frecuentemente su calamidad cae sobre ellos?
¿Cuán frecuentemente YAHWEH reparte dolor en su ira, para hacerlos paja en el viento, como paja menuda llevada por la tempestad?
La paja se la lleva un viento muy liviano; el tamo se lo lleva un torbellino, y dice que la paja describe a las personas.
Mateo 3:10 -12
El hacha ya está lista para derribar de raíz a los árboles; por tanto, todo árbol que no dé buen fruto será cortado y echado en el fuego.
La paja es lo que queda después de limpiar el trigo.
Así como el árbol es la figura que describe al hijo de YAHWEH, la paja desde la perspectiva de YAHWEH describe al impío, al inconverso,
al pecador y al religioso
que se escondió en preceptos liberales de hombres corruptos.
Leamos la cita categórica,
“¡Ya está puesta el hacha a la raíz de los árboles, lista para golpear; todo árbol que no produzca buen fruto, será cortado y arrojado al fuego!... ¡Su horquilla está en su mano, y limpiará con esmero su era; recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja con fuego inextinguible!”
La paja no sirve para nada.
Las personas que buscan la felicidad en el pecado, lejos del Salvador, no sirven para nada, son comparados como paja, como tamo, ¿Por qué?
Porque la paja no tiene raíz.
Estas personas no tienen seguridad alguna, no tiene un fundamento alguno para el futuro. Estas personas no pueden ver más allá del día de hoy, con firmeza, con seguridad, con alegría, porque viven en la oscuridad del pecado.
Éstas personas no pueden enfrentar la muerte, la enfermedad, los problemas.
La paja carece de propósito.
La paja carece de fruto.
La paja no tiene vida, porque sin una relación correcta y estrecha con el Creador, nadie puede ser feliz.
YAHWEH castigará a las personas que buscan la felicidad fuera de ÉL, porque Él sabe que esas personas no pueden ser felices y el mismo Salvador dice que sin Él no hay felicidad.
Ahora, cuando las Escrituras prometen
y todo lo que hacen, prosperará", no significa que seamos inmunes al fracaso o a las dificultades.
Tampoco es una garantía de salud, riqueza y felicidad, como vilmente engañan los mercaderes de la fe.
Lo que la prosperidad significa en las Escrituras es esto: cuando la sabiduría de YAHWEH se aplica en nuestras vidas, el fruto (resultados o productos derivados) que produce en nosotros será bueno y recibirá la aprobación de nuestro Hacedor.
Así como un árbol absorbe el agua y produce muchos frutos, nosotros debemos absorber la Palabra de YAHWEH, para producir hechos y actitudes que lo honren. Para alcanzar logros que valgan la pena, debemos tener la Palabra Viva en nuestros corazones, en abundancia.
Los justos son como árboles fértiles y útiles:
los impíos son como tamo que el viento se lleva; es el polvo que el Dueño del suelo desea eliminar, porque no sirve para nada.
No son valiosos según YAHWEH, por muy alto que se valoren a sí mismos, pues la soberbia no tiene límites. Por ello son fácilmente llevados de aquí para allá por todo viento de tentación y de doctrina.
La cizaña puede estar entre el trigo por un tiempo, pero con la hoz aguda en Su Mano, viene Aquel que purgará cabalmente Su Hera.
Quienes, por su propio pecado y necedad son como cizaña, se encontrarán ante el torbellino y el fuego de la ira de YAHWEH.
El Camino del impío está fijado, pero cada vez que el pecador se sensibiliza en cuanto a su culpa y miseria, puede ser admitido por el Salvador, porque en el NO hay reproche. ÉL es el Camino Vivo, ÉL es la Compañía de los justos y poder llegar a ser nueva criatura en Yahshúa, es el reto para todo ser humano.
Entonces, una vez naciendo de nuevo, con el Espiritu de Santidad obrando en Fuego Fresco, éstas personas tiene nuevos deseos, nuevos placeres, nuevas esperanzas, nuevos temores, penas, compañías y ocupaciones.
Sus pensamientos, palabras y acciones son cambiados de honor en honor en, porque entran en un nuevo estado y tiene un carácter nuevo, por la Obra del Espiritu de Santidad.
He aquí, todas las cosas son hechas nuevas por la bondad de YAHWEH, que va cambiando su alma a la imagen de HIJO DE YAHWEH YAHSHUA EL MESIAS.
Ahora, ¡Cuán diferente es el carácter y el final del impío sin saber que la Verdadera Felicidad se hallaba en Yahshúa y no en el contentamiento pasajero que el Mundo da!
Pero aún hay tiempo para volver al Dador de la Vida, al que puede darte la verdadera dicha y felicidad, tan solo si te rindes de veras a Él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario